5 Carreteras no aptas para cardiacos

Sí, existen carreteras muy peligrosas y hay quien las utiliza. Producen auténtico pavor. Son carreteras peligrosísimas construidas por todo el planeta. Lugares insólitos donde la calzada hace funambulismo y desafía incluso a la gravedad. Por redondear, proponemos estos cinco trayectos no aptos para cardiacos:

1. ¿Sabíais que en Bolivia está la llamada “carretera a los Yungas” o “carretera de la muerte”, 80 kilómetros trepidantes entre La Paz y Coroico? Una vía estrechísima a casi 5.000 metros de altitud, sin quitamiedos. Con una siniestralidad atroz, como su nombre indica. Se trata de un claro ejemplo de lo que entendemos por carretera peligrosa.

2. The Guardian ha considerado la “carretera del Atlántico” como la mejor del mundo. Se trata de Atlanterhavsveien, en Noruega y efectivamente es una de las carreteras más espectaculares del planeta. Una parte de la Carretera 64 del país escandinavo que va a través de los archipiélagos Eide y Averøy conectando esta isla a la península de Romsdalshalvoya. Ocho kilómetros surcando el océano —en ocasiones, con chapoteo incluido— durante un trayecto con algunos puentes más propios de un parque de atracciones. 

3. Otra carretera peligrosa: ¿Os suena el túnel Gouliang en Henan, China? La impactante obra de ingeniería fue realizada por campesinos sin formación para sacar a esta zona del aislamiento entre montañas. La angustiosa oquedad de cinco metros de alto por cuatro de ancho se abrió al tráfico en 1977 y atrae al turismo más osado. Es poco más de un kilómetro de distancia, pero se hace eterno, al ser una de las peores carreteras que podemos encontrar.

4. La carretera Iroha Zaka de Japón también sale en todas las quinielas de la temeridad. Son 218 kilómetros de zigzag en una sola dirección, bajando desde Nikko hasta el lago Chuzenji. Imprescindible que no falte líquido de frenos.  Sin duda, una carretera peligrosa pero espectacular a la vez.

5. Y para cerrar el Top 5 de carreteras peligrosas y espectaculares, Las 48 curvas del Paso Stelvio en Italia —entre Valtellina y Merano— que son otros 24 kilómetros de curvas imposibles a un desnivel medio de casi el 8%. Un clásico para el ciclismo. Seguro que también se queman calorías al volante.

Como siempre, sean o no itinerarios truculentos como estos, se recomienda la mayor cautela en la carretera, tanto si es de las más peligrosas como si no. Feliz viaje.

Texto: Jorge García Palomo