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¡Horror!, niño aburrido a bordo
No hay nada que dé más miedo a unos padres que hacer un viaje largo en por carretera con niños que se aburren dentro de un coche. La Navidad y las celebraciones de fin de año son una de las muchas ocasiones en las que las familias se desplazan para festejarlas con sus familias que viven fuera. La primera señal de alarma suena al escuchar “¿Falta mucho?” por primera vez desde el asiento de atrás. La buena noticia es que hay una manera muy sencilla de solucionarlo y convertir el trayecto, por largo que sea, en una experiencia agradable y divertida para toda la familia. ¿Cómo? Jugando.
Veo veo
Para empezar, un clásico: el Veo veo. Con todos los paisajes que pueden recorrerse en un viaje por carretera, las posibilidades para retar a niños y adultos a adivinar lo que se está viendo son infinitas. Basta dar una pista con la letra por la que empieza eso que queremos que adivinen. Eso sí, tampoco conviene alargarlo demasiado, porque acaba siendo aburrido. Pero para eso está la imaginación y se pueden aplicar muchas variantes. ¿Y si proponemos adivinar en qué personaje de dibujos animados estamos pensando?
Palabras encadenadas
Este es otro reto divertido que proponer a los más pequeños. Alguien dice una primera palabra, por ejemplo, perro, y el siguiente jugador debe decir otra que empiece por la sílaba final de la anterior: roca. Y así, sucesivamente. Además de entretenido, es educativo, porque pondremos a prueba su vocabulario.
Ni ‘sí’ ni ‘no’
Y ya que hemos empezado con los retos, aquí va otro: en este juego está prohibido responder “sí” o “no”, por lo que los jugadores tendrán que buscar otros recursos para contestar a preguntas que exijan ese tipo de respuesta. Por ejemplo, si alguien pregunta “¿Quieres una gominola?”, el jugador solo podrá responder algo como “Por supuesto” o “Prefiero un regaliz”. Quien conteste sí o no, pierde el turno.
Frases con matrículas
Imagina que te topas con una retención en la carretera. ¿Cómo convertir un atasco en algo divertido y desafiante? Propón a tus hijos construir frases con las letras que forman las matrículas de los vehículos de alrededor. No importa si no tienen sentido, cuanto más locas, más risas. Por ejemplo, una placa que acabe en FSC podría dar origen a frases como “Fran Sabe a Cartón”. ¡Animaos a probarlo!, lo pasaréis genial.
¿Qué llevas en la mochila?
En este juego tenemos que tirar de imaginación. Propondremos a los participantes llenar una mochila imaginaria con distintos objetos. El primer jugador dice: “Voy a llenar esta mochila con… un paquete de pañuelos”. El siguiente tendrá que añadir su objeto, pero repitiendo lo que ya está dentro: “Voy a llenar esta mochila con un paquete de pañuelos y un bolígrafo”. Y así sucesivamente… No solo se divertirán, sino que también pondrán a prueba su memoria.
Y si se cansan de jugar…
Cuando los juegos ya no den más de sí, también es posible hacer que los más pequeños se entretengan con otro tipo de recursos. Si no se marean cuando el coche está en marcha, ofrecerles cuadernos para pintar o un cuento para que lean es una posibilidad. Si hemos sido previsores, llenar una bolsa con algunos de sus juguetes favoritos (y transportables) para que se entretengan ellos solos durante el viaje también es una buena idea. O premiar su paciencia con algo que les guste, como un dulce o una chuche o dejar que vean una peli en la tablet familiar.
Seguro que tu próximo viaje con niños es más divertido si lo hacemos jugando todos juntos.