Hace años, décadas más bien, todo conductor tenía en su vehículo un mapa de carreteras, libros gordísimos llenos de planos de la geografía cercana. Eran el cuaderno de bitácora en tierra. Sin embargo, con la llegada de la tecnología GPS mutamos a los mapas virtuales. Primero gracias al Tomtom y otros aparatos específicos. Después, usamos aplicaciones en el móvil. Primero había unas pocas, hoy casi hace falta un mapa para guiarse entre tanto mapa.
. La aplicación estrella es Google Maps. Instalada por defecto en todos los teléfonos Android, el asistente en carretera de Google tiene como mayor ventaja su gran difusión. Esto hace que pueda determinar si hay un atasco y sugerir rutas alternativas o si hay incidentes en la carretera gracias a un sistema de aviso entre conductores muy cómodo. Además, es también útil para el peatón, pues sugiere rutas para llegar de un punto a otro a pie, en transporte público o en coche.
. Waze se basa en la colaboración entre conductores. Estos pueden añadir carreteras, señalar controles de tráfico (una funcionalidad bastante discutida) y avisar de cualquier contratiempo en la carretera. Muchos la preferían frente a Google Maps, pero su adquisición por parte de Google ha hecho que las dos aplicaciones, aunque diferentes, guarden cada vez más similitudes.
. Apple Maps es un servicio de mapas proporcionado por Apple a sus dispositivos móviles. Fue introducido en marzo de 1998 en todos los nuevos teléfonos, reemplazando a Google Maps. Aunque tras su implementación las críticas fueron generalizadas, en los últimos años ha mejorado mucho el servicio.
. Circuit, planificador de rutas. Está pensado para los riders y repartidores, pues se centra en rutas urbanas con muchas paradas a las que puedes añadir notas. La idea es simple: metes 10 direcciones y dejas que su inteligencia artificial calcule la ruta más sencilla parando en todas ellas. Esto hace que la app sea también ideal para turistas de visita urbana o para usar un día especialmente lleno de recados.
. Sygic ofrece algo muy similar a sus competidores, pero con alguna mejora. Ofrece servicios de tráfico, patrocinado por TomTom Traffic, con datos facilitados por millones y millones de conductores que sirven para evitar los atascos. Además, ofrece advertencias diarias sobre las más de 30.000 cámaras registradas y los límites de velocidad. Aunque, su característica más innovadora es su Head-up Display. La aplicación es capaz de proyectar iconos de instrucciones de navegación especialmente optimizadas en la luna del coche por la noche.
Hay más aplicaciones y el mercado se va renovando con cierta regularidad, pero estas son las más destacadas, las más usadas y las más recomendables.
Mucho han cambiado las cosas desde que no atesoramos gigantescos libros de carreteras en la guantera. Los navegadores de carretera se han revelado como un gran aliado del conductor inexperto. Pero también entrañan sus riesgos. La mayoría de los teléfonos (y estas apps hacen buen uso de esa funcionalidad) tienen la posibilidad de interactuar por voz. Es una buena idea, pues manipular el teléfono con el coche en marcha conlleva grandes multas y pone en riesgo la seguridad al volante.
