La mejor distancia entre el punto A y el punto B no es siempre la línea recta, como demuestran las increíbles historias de algunas de las carreteras más altas del planeta

Los pasos asfaltados por algunas de las cordilleras, sierras o puertos de montaña más altos del mundo son siempre puntos especiales. A su evidente utilidad para conectar el punto A y el punto B por el camino más racional, esto es, por antiguas sendas que se convirtieron en caminos de tierra y que, años más tarde, se habilitaron para la circulación de vehículos, se añaden historias curiosas, algunas de ellas trágicas, que han marcado estos puntos kilométricos para siempre. Son, en cualquier caso, lugares que suscitan curiosidad y esconden historias increíbles. Son las verdaderas “autopistas hacia el cielo”, con permiso de la serie televisiva de Michael Landon.

Paso de Vrsic

Es el caso, por ejemplo, del paso de Vrsic, en Eslovenia. No es, ni mucho menos, el punto asfaltado más alto del mundo, título que ostenta el paso Umling La, en India, a 5.793 metros sobre el nivel del mar, es decir, más elevado que el campamento base del Everest. Pero Vrsic, que se queda en los 1.611 metros, cuenta una parte trágica de la historia de Europa y del mundo en sus 50 kilómetros de longitud.

La carretera une las ciudades de Kranjska Gora y Bovec y fue construida por prisioneros rusos durante la I Guerra Mundial. Estos soldados, capturados por el bando de las potencias centrales, sufrieron las peores condiciones imaginables en cuanto a climatología y exigencia física. Muchos de ellos murieron, y en su honor se construyó una capilla rusa, visitable durante su trayecto. 

Capilla rusa en el paso de Vrsic

Se trata de una ruta serpenteante por los Alpes julianos, al norte del país y fronteriza con Austria, que tiene pendientes de hasta el 15%. De hecho, cuesta alrededor de una hora realizar el tramo completo. El paso de Vrsic desemboca en el Valle del Soca, una zona que vale la pena visitar y que supone un premio después de tanto esfuerzo, especialmente si se ha decidido hacer el trayecto en bicicleta. Desde el paso de Vrsic, donde hay diferentes negocios de hostelería, parten numerosas rutas de senderismo y existe una oferta muy amplia de actividades de aventura. 

Paso de Vrsic

Un túnel hecho a mano

El túnel de Guoliang, situado en las montañas Taihang de China, a unos 1.700 metros de altitud y en pleno parque nacional de Wanxian Shan, es una increíble obra de ingeniería excavada a mano por los habitantes del aislado pueblo de Guoliang. Antes de la existencia del túnel, la única salida hacia el mundo exterior para los habitantes del pueblo era una empinada y peligrosa escalera, la escalera hacia el cielo, de 720 peldaños. 

Motivados por la trágica muerte de una niña que cayó por este peligroso camino de montaña cuando se dirigía al único colegio de la zona, 13 aldeanos, liderados por Shen Mingxin, comenzaron la construcción en 1972 utilizando herramientas rudimentarias. Tras cinco años de arduo trabajo, inauguraron en 1977 un túnel de 1,2 kilómetros que permitió el acceso de vehículos y mejoró la conectividad del pueblo. 

El túnel atraviesa acantilados y tiene curvas peligrosas. También se ha erigido en un atractivo turístico mundial, famoso por sus impresionantes vistas y por una ruta que proporciona emociones fuertes. Aunque tras su construcción a mano fue mejorado con medidas de seguridad, sigue siendo considerado uno de los caminos más peligrosos del mundo. La obra transformó a Guoliang en un destino turístico moderno, con alojamientos y senderos atractivos y únicos para caminatas inolvidables.

Túnel de Guoliang

La más bonita

Rumania esconde la que es, según los expertos, la carretera más bonita del mundo, la Transfagasarán, 90 kilómetros de curvas de todo tipo para atravesar los montes Fagaras entre las regiones de Transilvania y Valaquia, al sur de los Cárpatos. Se eleva a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar y en su recorrido se puede visitar, incluso, el castillo de Poenari, donde residió Vlad Tepes o Vlad el Empalador, personaje que inspiró a Bram Stoker para su Drácula. Para acceder a las ruinas de los que fue su fortaleza hay que subir una empinada escalera de 1.500 peldaños.

Cascadas, embalses con paredes de más de 160 metros de altura y vistas impresionantes, sobre todo en la bajada, completan los atractivos de esta ruta, cuya denominación oficial es DN7C. La denominación oficiosa es La locura de Ceaucescu, por el dictador que promovió la construcción de esta carretera, para la que hicieron falta 6.000 toneladas de dinamita, y que se llevó por delante la vida de 40 operarios, según fuentes oficiales, aunque se sospecha que fueron muchos más por la dureza de las condiciones de trabajo. 

Carretera serpenteante
Transfagasaran

Su construcción empezó en 1970 y se prolongó durante cuatro años. El motivo principal de tal locura fue el miedo a una invasión de la Unión Soviética, como ya había hecho anteriormente con Checoslovaquia, y la necesidad de un acceso por las montañas difícil de bloquear. Para llegar a la Transfagasarán, una delicia para los amantes de la conducción por montaña, bien sea en coche o motocicleta, el mejor camino es desplazarse a Pitesti desde Bucarest y, desde aquí, donde se ubica la factoría de Dacia, el vehículo nacional de Rumanía, conducir hasta Curtea de Arges. Después, meter primera y explorar.

Clima extremo

La carretera del Karakórum (KKH) conecta Pakistán con China a lo largo de aproximadamente 1.300 kilómetros a través de la majestuosa cordillera del Karakórum. Inaugurada en 1978, después de casi dos décadas de ardua construcción, su punto más elevado asciende hasta los 4.693 metros sobre el nivel del mar. Este monumental proyecto se ha convertido en un símbolo de conexión entre las dos naciones.

La construcción de la KKH fue un desafío monumental debido a las difíciles condiciones del terreno y al clima extremo, con temperaturas que pueden descender hasta -30°C. Se estima que alrededor de 1.010 trabajadores, 810 pakistaníes y 200 chinos, perdieron la vida debido a deslizamientos de tierra, avalanchas y accidentes durante su desarrollo.

La KKH ha jugado un papel crucial en la economía de la región. Al facilitar el comercio entre Pakistán y China, ha promovido el desarrollo y creado oportunidades para las comunidades locales. La carretera es parte integral del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), un proyecto de infraestructura que busca fortalecer los lazos económicos entre ambos países.

Karakórum

A lo largo de la KKH, los viajeros pueden explorar lugares de interés, como el parque nacional de Khunjerab, el Valle de Hunzao, el lago Attabad —que se formó en 2010 tras un deslizamiento de tierra— y el glaciar Passu, uno de los más accesibles y fotogénicos del mundo. Hoy en día, la KKH es un punto de encuentro para ciclistas, motociclistas y viajeros en busca de experiencias únicas. Sin embargo, las condiciones peligrosas y los conflictos geopolíticos en la región hacen que este trayecto sea solo apto para aventureros.

Otras carreteras no tan emblemáticas pero más altas se pueden considerar los techos asfaltados del mundo, como son la referida Umling La, en India, que requiere un permiso especial del magistrado del distrito de Leh para ser recorrida; el puerto de Semo La, en China, con 5.566 metros de altitud; o el paso de Gyatso La, en Nepal, la corona de una carretera que tiene otros dos puntos por encima de los 5.000 metros. Esta carretera, denominada La Amistad, une la capital del Tíbet, Lhasa, con la frontera entre China y Nepal, en el denominado Puente de la Amistad. Esta denominación hace referencia al conflicto bélico enquistado desde hace más de 70 años entre las dos naciones. 

carretera del Karakorum junto al lago Attabad

Otros techos, otros continentes

Existen numerosas carreteras que destacan por su elevación respecto al nivel del mar y, como es lógico, se encuentran en regiones montañosas de los cinco continentes. Como, por ejemplo, la abra Viraco, en Perú (‘abra’ es como se conoce a los puertos o pasos de montaña en algunas regiones de Hispanoamérica). Se encuentra a 4.926 metros de altitud en la región de Arequipa, y une las ciudades de Viraco y Chuquibamba. Su asfaltado es irregular y los accidentes son frecuentes por este motivo. 

Monte Evans

La carretera asfaltada más alta de los Estados Unidos, que solo se abre unas pocas semanas al año, es el paso del monte Evans, en las montañas Rocosas, dentro del estado de Colorado. Su punto más alto se encuentra a 4.310 metros sobre el nivel del mar. Un poco más alto, pero también en el continente americano, se encuentra el paso de San Francisco, que une la provincia argentina de Catamarca y la chilena de Atacama. Las fuertes nevadas del invierno motivan su cierre de manera habitual y se ha dado a conocer en la última década porque ha formado parte del Rally Dakar en tierras sudamericanas.

Abra Portezuelo Paranal

Más arriba está la abra Portezuelo Paranal, en la región chilena de Antofagasta, a 4.836 metros. Las condiciones meteorológicas de la zona, con una fuerte irradiación solar y fortísimas rachas de viento, así como distancias de hasta 160 kilómetros entre estaciones de servicios y la falta de cobertura de la red de telefonía móvil, obligan a la prudencia y la planificación a la hora de programar un recorrido por esta vía. 

Escribe: Rafa Honrubia

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