El del ciclismo es un deporte en auge. También un medio de transporte al que muchas personas están recurriendo en tiempos de covid para desplazarse por las ciudades y evitar las aglomeraciones en autobuses y metro. El casco, aunque no es obligatorio en las urbes, es la única protección de un ciclista que se mueve por carreteras o entre el tráfico de las grandes ciudades. Pero en caso de accidente, no siempre es suficiente para evitar graves lesiones medulares y cervicales.

Según un informe del European Transport Safety Council de 2018, en los últimos 10 años han fallecido 30.000 personas en accidentes de bicicleta. Y quienes usan este sistema de transporte tienen un 20% de probabilidades de sufrir alguna lesión cervical y/o medular en esos casos, según datos de la School of Mathematics and Statistics de la University of New South Wales (Australia).

Pensando en ello, Evix, una joven start-up de Mataró (Barcelona), ha creado un sistema de airbag que se puede acoplar al casco de los ciclistas y protegerlos, así, de este tipo de lesiones. «Lleva una electrónica integrada por giroscopios y acelerómetros que detectan cuándo se está produciendo un accidente e hinchan este airbag en cuestión de milisegundos antes del movimiento lesivo», explica su COO y uno de los fundadores de Evix, Nil Oleaga. «Empezamos con el ciclismo, pero nuestra intención es que sea escalable a otros medios de transporte o deportes, como las motocicletas, los patinetes eléctricos, las motos de nieve, la hípica… Cualquier cosa que conlleve el uso de un casco para reducir la lesión cervical medular».

Para conectarlo, bastará con abrochar el casco, porque es ahí, en el cierre, donde se activará el airbag. Y, además, se complementará con funcionalidades de IoT (internet de las cosas) como el envío de un mensaje de socorro, junto a una localización, a un móvil predeterminado en caso de accidente, y avisos al usuario cuando circule por puntos negros en la carretera, con propuestas de rutas alternativas para evitarlos.

Este sistema de protección tiene su origen en la idea que desarrolló en 2008 el padre de Marc Millet, cofundador y CEO de la start-up, que inventó el primer casco con airbag para motos. Aquella idea no tuvo el éxito esperado, pero sí sirvió para implantar la tecnología del airbag en los equipos de protección para pilotos, como prueban los chalecos con este sistema que se utilizan actualmente en Moto GP. Lo que han hecho estos jóvenes emprendedores es basarse en esos primeros desarrollos y perfeccionarlos.

«Ahora mismo tenemos un primer prototipo y estamos en ronda de financiación para desarrollar el primer prototipo funcional, que ya tendrá toda la electrónica y toda la mecánica integrada», comenta Oleaga. «Paralelamente, también estamos patentando la tecnología. Tenemos ya un modelo de utilidad concedido y estamos en trámites con la Oficina de Patentes Europea para su registro». Evix no fabricará los cascos, sino que licenciará su tecnología. Y para convencer a esos fabricantes de lo bueno que sería incorporarla a sus productos, han lanzado una campaña de recogida de firmas entre los usuarios de bicis como medida de presión.

«Este es el primer casco con airbag del mercado», asegura Oleaga. El único producto similar que se comercializa actualmente es el Hövding 3, creado y fabricado por la empresa sueca Hövding Sverige AB, pero no es un casco como tal. «Es un collarín que, en caso de accidente, se hincha y te cubre toda la cabeza y todo el cuello. Pero tiene el principal inconveniente de que, si lo usas, no puedes llevar el casco. El espacio que ocuparía la capucha de este airbag es el espacio que ocupa el casco». Por eso, opina el cofundador de Evix, su sistema es más práctico ya que no complica la vida del usuario.

Además de la tramitación de la patente, el equipo de Evix está colaborando con una clínica local de Barcelona para que, una vez que tengan plenamente desarrollado ese prototipo funcional, sus médicos puedan certificar que realmente mejora las prestaciones de seguridad que hay actualmente en el mercado ciclista.

«Todavía no podemos definir el precio definitivo del casco porque aún no tenemos plenamente desarrollado el producto. Pero sí sabemos que encarecerá el precio de un casco convencional en torno a un 1,5 o 2 veces». Si es realmente eficaz para salvar vidas, merecerá la pena.

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