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KITT, el coche fantástico de la mítica serie de televisión de los años ochenta (Knight Rider, 1982-1986) hablaba con su dueño, Michael Knight, con los coches de los malos y hasta con su doctora, la mecánica Bonnie, por lo que era un auténtico prototipo de coche del futuro. ¿Pero qué no habría hecho si hubiera circulado por una carretera inteligente?
Esa fantasía hoy es una realidad. El KITT del siglo XXI no es un Pontiac Firebird, sino el Symbioz Demo car, un prototipo de Renault para probar, investigar e impulsar la tecnología de los vehículos autónomos y la movilidad futura. Y la vía por la que circula no está en Los Ángeles, sino en Normandía: es la autopista A13, de la concesionaria francesa Sanef, filial del Grupo Abertis en Francia.
Los sensores de la A13 hacen de ella una carretera inteligente, ya que comprueban el estado del asfalto, detectan anomalías del tráfico y ayudan a gestionarlas. Es una carretera conectada a su entorno, capaz de hablar a los agentes de mantenimiento y a los coches que circulan por ella. Es la carretera fantástica.
Los sensores de la A13 detectan los tramos en obras, los accidentes, la visibilidad o la situación de la barrera de peaje, lo que la convierten en una auténtica carretera inteligente.
El Symbioz, por su parte, aúna los últimos avances de la industria del motor, siendo un auténtico prototipo de coche autónomo del futuro. Es un coche eléctrico, conectado y de autonomía 4: puede circular solo y el conductor únicamente debe intervenir en caso de que el sistema lo requiera o de que exista algún fallo.
Sus 36 sensores le permiten aprender a conducir bajo la nieve y entre nieblas espesas, a reaccionar ante comportamientos imprevistos de otros turismos y a anticiparse a las zonas de obras o a elegir el mejor carril para pasar bajo las barreras de peaje, es decir, como coche autónomo, puede dar respuesta a cualquier situación de dificultad.
La A13 sabe comunicarse con el coche. Los 40 kilómetros de autopista (que son también banco de pruebas) están equipados con tecnología wifi G5 mediante cuatro postes de telecomunicaciones que envían información sobre el estado del tráfico, las obras, los accidentes, las condiciones meteorológicas y la ubicación de la barrera de peaje.
El Symbioz ya no está en circulación, pero ha permitido, tras siete meses de pruebas de este coche del futuro con tráfico real, analizar cómo deberán prepararse las empresas automovilísticas, tecnológicas, robóticas, de entretenimiento y de infraestructuras para los coches de un futuro muy cercano.
El coche autónomo Symbioz Demo car ha estado en pruebas en autopista con tráfico real durante siete meses.
Symbioz Demo car: descubriendo hoy el mañana
Por fuera parece una nueva versión del mítico KITT, que es quizás el primer coche que nos viene a la cabeza cuando hablamos del coche del futuro: moderno, con luminosidad de colores (franjas amarillas para el modo manual y franjas azules para el autónomo). No tiene espejos retrovisores, sino unas pequeñas cámaras que proyectan el entorno en las pantallas interiores.
Las diferencias se notan por dentro. Más pantallas de lo habitual. Un cuadro de mandos y una consola multimedia. Un parabrisas con realidad aumentada que indica la trayectoria del vehículo. Luces, olores y sonidos diferenciados para la conducción autónoma y para la manual. Y un tablero con joystick en el asiento del copiloto disponible por si un supervisor debe retomar el control del coche ante cualquier emergencia. La seguridad vial es sigue siendo prioritaria también para un coche autónomo.
El prototipo de coche del futuro de Renault cuenta con luces, olores y sonidos diferenciados para los modos de conducción autónoma y manual.
El viaje
El conductor –aún lo es– arranca el coche inteligente y se dirige a la autopista en modo manual (el permiso especial para las pruebas solo sirve para la autopista) y, una vez entra en la A13, le indica al coche que debe tomar las riendas.
Entonces cambia la luz interior, el olor y los sonidos ambientales. El Symbioz, sin ninguna transición, se integra en el tráfico. Adelanta y sortea con toda seguridad las zonas de obras existentes en el tramo. De vez en cuando, le sorprende el flash de una cámara de fotos de algún turista divertido.
A los pocos kilómetros llega un momento especialmente complicado incluso para los coches del futuro y las carreteras inteligentes avances tecnológicos en los sistemas de geolocalización: el paso del peaje sin detenerse.
El coche fantástico cuenta con diversos sistemas redundantes de geolocalización y emplea una cartografía de alta definición para escoger la localización más precisa. Los postes de comunicación de la autopista carretera inteligente se activan para indicarle al Symbioz cuál es el mejor carril para pasar la barrera. Se dirige hacia allí. Sabe que tiene un margen de error de solo 20 centímetros.
Estas pruebas permiten a empresas automovilísticas, tecnológicas, de entretenimiento y de infraestructuras prepararse para los coches del futuro y la movilidad futura
Los sensores de la carretera inteligente y del coche aúnan su información para facilitar la operación. El coche, equipado con un dispositivo de pago automático, atraviesa la barrera sin problemas y sigue su camino.
Mientras, el no conductor –el conducido– puede disfrutar de su libertad: ver una película de acción, escuchar música con el asiento reclinado en 150 grados o viajar al futuro gracias a unas gafas de realidad virtual: la mejor manera, comentan los expertos, de desconectarse completamente de la conducción.
El dispositivo lleva al conducido por una carretera futurista e inteligente en la que surca túneles y puentes. Unas luces pasan por su lado, son las señales que marcan los vehículos reales que circulan por la A13 en este lluvioso día de junio. Bajo las gafas, el mundo es cada vez más futurista y llega un momento en el que el coche despega y acaba fundiéndose en el aire. El conducido queda suspendido entre nubes virtuales, volando como un pájaro. Una experiencia que no podría soñar ni el mismísimo Michael Knight, el primero en conducir un coche del futuro.
Características del Symbioz:
- 100% eléctrico.
- Autonomía nivel 4 en la autopista.
- Conectado a la infraestructura – V2I.
- Operado en condiciones de tráfico real.
- Paso de la barrera de peaje y de zonas de trabajos en modo autónomo.
- Actividades para el conductor durante la conducción autónoma.
- Desarrollado con el concurso de 6 socios principales: Sanef, IAV, TomTom, LG, Devialet y Ubisoft.
Características A13 y Sanef:
- Recorrido de 40 kilómetros.
- Uso del protocolo I2V del proyecto Scoop: tecnología wifi G5, larga portabilidad.
- Instalación de 4 antenas UBR (Unité de Bord de Route).
- Apoyo con un automóvil de patrullaje para garantizar la seguridad del resto de los usuarios.
- Transmisión de información al vehículo sobre el estado de la carretera, la localización de las vías de peaje y su disponibilidad en tiempo real; y localización de zona de obras, vías libres y velocidad máxima en todo el tramo, según la climatología.
Escribe: Gemma Gazulla