Tal vez no sea el elemento más determinante a la hora de comprar un coche, pero el color es muy importante para la mayoría de los que tienen pensado adquirir un vehículo. Algunos estudios lo señalan, de hecho, como el factor emocional más relevante en el proceso de compra.

En el realizado por la compañía de seguros Arval hace unos años se evidencia que incluso los anuncios publicitarios tienen en cuenta el ‘poder’ del color de los vehículos. Según los datos que manejan las agencias de marketing, pese a que rojo y gris suelen ser los colores más utilizados en los mensajes comerciales, son el azul y el verde los más eficaces cuando lo que se pretende es cerrar la venta.

El color no solo resulta persuasivo para un posible comprador, sino que puede también decir mucho de él. El mismo estudio asegura que los conductores que prefieren el blanco para sus coches (y cuya edad está comprendida entre los 35 y 40 años) suelen encajar con un perfil profesional de responsabilidad. Los que se decantan por el negro, por su parte, suelen ser más aventureros; los que prefieren el verde, materialistas, y los fans del azul, creativos.

 

TODO AL BLANCO 

El 39% de los coches que se venden a lo largo y ancho del planeta son blancos, según datos de Axalta Coalting Systems. La predilección por este color es especialmente relevante en algunas regiones de Asia donde el porcentaje llega a alcanzar el 60%.  En Estados Unidos o Europa la proporción es de uno de cada cuatro coches.

Algunas teorías señalan a la influencia de los productos Apple como la responsable de que el color se haya colocado primera entre las preferencias de los conductores.

Con un 16%, el negro es el segundo color más popular. Aunque en mercados como el japonés su cuota se eleva hasta el 22%. Este color es también el más elegido entre los conductores de todoterrenos, con independencia del lugar en el que residan: el 34% de los que conducen este tipo de coches se decanta por el negro.

 

NI BLANCO NI NEGRO  

En los últimos años, sobre todo en Europa, el gris se ha convertido en una de las principales opciones para los conductores. En el viejo continente su cuota se eleva al 24%. Los vehículos compactos y deportivos son los que con más frecuencia utilizan este tono.  

«Los europeos han expresado su deseo de utilizar el gris para compensar el ruido emocional en sus vidas y sentirse reconfortados por su presencia», explica Elke Dirks, diseñadora de color en Axalta para Europa, Oriente Medio y África.

El plateado, con un 10%, es otro de los tonos más recurrentes. Aunque en el informe de la consultora se detecta el crecimiento en la demanda de otros colores, en especial el azul. La razón, según la propia Dirks, podría estar en la amplia gama cromática que puede obtenerse de este color. 

El plateado (10%), el rojo (6%), el marrón/beige (3%), el verde (1%) y el amarillo (1%) son, por este orden, otros colores populares en el parque automovilístico.

LA MODA MATE 

En los últimos años, son numerosos los conductores que se han decidido a prescindir del brillo en sus coches. Los tonos mate son cada vez más solicitados, aunque como recuerdan en Autocasion.com, la moda no es tan novedosa como pudiera pensarse. Hace más de siglo y medio, los coches tenían este acabado en su mayoría, ya que las pinturas de la época no conseguía lograr el brillo de las actuales.

En los 70 del siglo pasado, el mate volvió a los coches. En concreto a los de carrera: los pilotos los preferían para evitar brillos molestos en sus carrocerías que pudieran incluso deslumbrarlos. 

El mismo artículo, no obstante, advierte a los automovilistas que tengan en mente ‘matificar’ sus vehículos de que este tipo de pintura es más delicada que la convencional y requiere de cuidados especiales. Así por ejemplo, en este tipo de carrocería hay que evitar los rodillos de los autolavados y es conveniente el uso de productos específicos para evitar que se erosionen. 

 

PINTAR UN COCHE, UNA TAREA NADA FÁCIL 

 

Sea mate o con brillo, la de pintar un coche no es una tarea sencilla. Hasta tres años puede alargarse el proceso de creación de un color, que va desde que el fabricante en cuestión realiza un estudio de mercado para conocer las preferencias de sus posibles clientes, hasta que aplica en sus vehículos el color ‘diseñado’. 

Además del tiempo, también elevada es la cantidad de pintura que suele requerirse para crear un nuevo color. En Color&Trim, de Seat, estiman que ‘fabricar’ una nueva tonalidad requiere de unos 1.000 litros.

COLORES CLAROS, ¿MÁS SEGUROS?

Existe una creencia generalizada acerca de que la prima del seguro de los coches negros es superior a la de los claros. Ninguna compañía aseguradora reconoce aplicar este criterio en sus pólizas, aunque algunas sí consideran que son los coches de color claro los que menos posibilidades de sufrir un accidente. 

En el caso de Mapfre se remite a un estudio elaborado por la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) según el cuál los coches marrones, negros y verdes sufren más percances que los grises, rojos y amarillos, al ser estos mucho más visibles por el resto de conductores. 

La compañía aseguradora también se apoya en los datos de otro informe, en este caso del Centro de Investigación de Accidentes de la Universidad de Monash de Melbourne (Australia), que asegura que los coches blancos son los más seguros. 

Mapfre también avisa a los conductores de que la pintura metalizada puede llegar a encarecer sus seguros. Y de paso les recomienda que a la hora de elegir el color de su coche, tengan en cuenta si, en un futuro, necesitarán venderlo. Un coche demasiado chillón puede hacer caer su valor de mercado. 

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