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Pero ¿cuántos coches aguanta un puente?
Seguro que en algún momento has cruzado (o has visto) uno de esos puentes que parece que se bambolean en el aire. Es posible que en ese momento te hayas preguntado: ¿estaré a punto de caer al vacío? O puede que en algún momento te hayas encontrado encajonado en un puente en medio de un atasco y te hayas planteado: estando todos aquí parados, ¿no seremos demasiado pesados para el puente? Lo cierto es que los puentes son infraestructuras bastante resistentes pensadas para aguantar enormes cantidades de peso. Pero ¿sería posible calcular cuántos coches aguanta un puente?
Consideraciones a la hora de construir un puente
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la ingeniería no hizo a todos los puentes iguales. No es lo mismo un puente colgante que un puente en arco o un puente de celosía. Y, por supuesto, ninguno de ellos tiene nada que ver con el puente de unas gafas. El puente es una infraestructura que acompaña a los seres humanos desde (se calcula) hace más de 10.000 años y que, desde su creación ayuda a unos y a otros a salvar obstáculos de todo tipo, acuáticos, aéreos y sólidos.
A la hora de construir un puente, primero se empieza de arriba a abajo (el diseño) y se termina de abajo a arriba (la construcción) con el fin de que puedan cumplir su función primigenia, sortear un obstáculo y permitir que se desplace una carga de un lado a otro por el camino. De ahí que una de las misiones más cruciales a la hora de planificar y construir un puente sea la de identificar la cantidad y el tipo de carga que deberá soportar.
Por defecto, la construcción de un puente debe tener en cuenta dos tipos de fuerzas que son las que la infraestructura tendrá que soportar. Por un lado, la tensión, una fuerza que tratará de estirar una sección concreta del puente. Por otro lado, la compresión, una fuerza que tratará de acortar una sección concreta de la estructura. Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que la estructura del puente estará sometida a la fuerza del peso provocada por la gravedad. Este peso será no solo el del propio puente con todos sus complementos (pavimento, alumbrado, barreras…), sino también el de todas las cargas que tenga que soportar. Ahí es donde entra el peso de los vehículos.
El peso de un coche
El peso medio de un coche está en torno a los 1.000 y los 2.000 kilos. Pero es que el peso de un camión puede oscilar entre las 18 y las 32 toneladas. Junta un buen puñado de ellos y estamos hablando de un peso total bastante considerable. A eso añádele la posibilidad de que en un momento dado se dé la necesidad de que el puente aguante el peso de un vehículo todavía más pesado como un tanque o algún tipo de vehículo herramienta.
¿Pero el peso de cuántos coches aguanta un puente?
Al final la respuesta a la pregunta se complica sobremanera. Lo cierto es que, en la edificación, las normativas aplicables no son retroactivas. Por ello, el peso que deberían aguantar los puentes construidos ahora no es el mismo que el de los puentes construidos hace 20 años. En la actualidad, la Instrucción sobre las acciones a considerar en el proyecto de puentes de carretera, publicada por el Ministerio de Transportes establece que los puentes construidos deberán probar su resistencia bajo unas condiciones determinadas.
Estas condiciones contemplan el uso de vehículos de hasta 60 toneladas sobre los que se aplican, además, determinadas cargas repartidas (que pueden llegar casi a la tonelada por metro cuadrado). Si tenemos en cuenta un coche con un peso de 2.000 kilos, eso quiere decir que sobre un puente determinado podría entrar casi medio coche por cada metro cuadrado. Teniendo en mente que un coche ocupa más de dos (y casi siempre más de 4) metros cuadrados, la respuesta es que un puente aguanta más coches de los que en realidad caben.