Pensábamos que eso de cargar los coches con un enchufe era cosa de ciencia ficción. Ahora nos damos cuenta de que no quedaba tan lejos: cada vez más ciudades o gasolineras reservan hueco a estos dispositivos para proveer de electricidad al automóvil, conscientes de la necesidad de favorecer la movilidad sostenible. Un paso más es el que ha dado Evovelo, un prototipo de coche solar que combina la comodidad de un automóvil y la sostenibilidad de una bicicleta. ¿Cómo? Valiéndose de la energía solar a modo de combustible y de una estructura ligera cuyo montaje corre a manos del comprador.

Favorecer un entorno limpio y promover la movilidad sostenible fue la premisa que forjó el nacimiento del coche solar Evovelo. Los tiempos marcaban una actuación en esa dirección y este coche “solar urbano” —como lo definen en su web— está fabricado con materiales de mínimo impacto ambiental y conlleva unos costes de adquisición y mantenimiento reducidos. “La idea surge de una ecuación lógica”, explica Gonzalo P. Chomón, director técnico del proyecto, “no era normal que necesitáramos un automóvil de 1.000 kilos para llevar a una persona de 80 kilos”.

Evovelo es un coche solar que pesa 85 kilos y mide 2 metros de largo, 1,4 de ancho y 1,3 de alto

¿Solución? El equipo de Evovelo, formado por una cooperativa inicial  “que ejerce su actividad dentro de la economía social” formada por cuatro diseñadores e ingenieros, presentó un prototipo partiendo de la estructura de una bicicleta, el sistema más básico para moverse.  “Cada día tenía que trasladarme 20 kilómetros con mis hijos. Una distancia que no podía hacer en bici, pero que tampoco justificaba un coche propio”, cuenta Chomón. “Le di muchas vueltas y vi que los factores principales que pueden echar para atrás a la gente a la hora de salir en bici eran las dificultades físicas, el tiempo, el tráfico o la imposibilidad de llevar a alguien”, añade.  

De esa tensión en la narrativa cotidiana salió el coche solar Evovelo. La mejor solución, recuerda Chomón, era unir las ventajas de un coche con las de una bici. Hacer algo sencillo, cómodo, barato y respetuoso con el entorno y que favoreciera la movilidad sostenible urbana, pero que no supusiera ni la pereza de dar pedaladas bajo la lluvia ni sudar la camiseta con las cuestas antes de fichar en la oficina. Proviniendo este profesional del mundo de las baterías, la primera llamada fue hacer algo con estos aparatos y prescindir del combustible. Entonces pensaron en la energía solar: “El coche se monta de forma individual y el techo está integrado con placas solares que generan la energía para tener una autonomía de 30 a 50 kilómetros. Dejando el coche en la calle se va cargando, y en el caso de que no haya sol, la batería —que pesa unos ocho kilos y ocupa lo que un bolso— se puede cargar con un simple enchufe de casa. Con todo a tope, su autonomía asciende a los 100 kilómetros”. Desecharon la variante de coches eléctricos para no recurrir a energías no renovables.

Tiene una autonomía de entre 30 y 50 kilómetros y cuenta con una batería portátil

Evovelo pesa 85 kilos y ocupa dos metros de largo, 1,4 de ancho y 1,3 de alto. Llega a los 50 km/h y tiene una estructura hermética con todas las facilidades del coche, salvo el airbag. “Ocupa, más o menos, como un Smart, así que es muy fácil de aparcar. Se puede meter en cualquier tipo de vía permitida (todas menos las autopistas) y permite combinar el funcionamiento automático con el pedaleo”, explica el promotor.

Su aspecto ovalado, además, deja espacio para dos asientos, un hueco de maletero y un manillar en lugar de volante. “Es el paso siguiente a la bici”, insiste Chomón, que se queja de la cantidad de vehículos contaminantes en las ciudades y le otorga a Evovelo una finalidad pragmática y vinculada directamente a la movilidad sostenible urbana: “Está pensado para trayectos cortos de ida y vuelta. Los más habituales. Esperamos que se introduzca en núcleos urbanos y rurales. Tanto para el ciudadano que va y vuelve a su trabajo como para aquel que se traslada entre pueblos. El 25% de la energía mundial la causa el transporte, y no nos queda otra que cambiarlo», lamenta.

Con un par de años de pruebas a sus espaldas, Evovelo ya ha lanzado 100 ejemplares de su coche solar a la carretera. Más de 500 personas lo solicitaron cuando aún estaba en plano y tuvieron que seleccionar a los “afortunados”. “Es una iniciativa puntera”, concede. De hecho, el proyecto fue becado por la Universidad de Harvard y ha sido seleccionado como uno de los más innovadores por el premio InnoSmart de la Unión Europea. Siguiente propósito: extenderse por el continente y, así, cumplir con el sueño de la limpieza, la economía, la movilidad sostenible y la eficiencia en el transporte que les movió a arrancar el proyecto.

Escribe: Alberto García

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