Los sistema de seguridad evolucionan con asistentes a la conducción similares a los de los coches y prendas que ayudan a evitar las lesiones más letales sobre dos ruedas

En los últimos 10 años, más de 45.000 personas han fallecido en accidentes de motocicleta y ciclomotor en todo el territorio de la Unión Europea, según los datos oficiales. Los estudios advierten: cuando una persona se pone al manillar de un vehículo de dos ruedas, tiene entre 12 y 17 veces más probabilidades de sufrir un accidente mortal que cuando se pone al volante de un coche. Uno de cada cuatro siniestros mortales en países como España implican a motoristas. El 37% de ellos están provocados por el conductor o la conductora de vehículo de dos ruedas, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) española.
Europa se ha marcado 2030 como la fecha para reducir a la mitad el número de muertos en carretera, a medio camino para alcanzar las víctimas cero en 2050, tanto en vehículos de dos, tres y cuatro ruedas, así como camiones y otros automóviles. Con este objetivo, se incentiva el uso y desarrollo de tecnologías que mejoren la seguridad de los motociclistas, dada su vulnerabilidad en carretera y la extensión de la moto como vehículo más ágil, limpio y rápido, especialmente en las ciudades.

The motorcycle lies on the sidewalk after a ride. Serious accident. Accident, close-up. Lost control and fell. Driving hazards. Collisions with another vehicle.

Más motos cada año

Motorcycle driver riding on motorway in beautiful sunset light. Shot from front view

Para explicar la alta mortalidad de motoristas, la lógica apunta a la propia esencia de las motos, un medio de transporte en el que el conductor es el chasis. Sin embargo, cada año se venden más motocicletas en suelo europeo. Datos citados por la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) apuntan a un crecimiento del 15,5% de este mercado, que ya en 2023 recuperó los niveles prepandemia, cuando se produjo un parón. Países como Italia, Alemania y España encabezan este aumento de ventas.

En otras regiones del mundo, como Estados Unidos, este mercado sigue estancado, con cifras que indican incluso bajada de medio punto en las ventas en el último periodo analizado, todo el año 2023. De hecho, el mercado norteamericano solo absorbe medio millón de motos cada año, frente a los 15,5 millones de coches. 

Sí que aumentan las ventas de motos, por ejemplo, en India, con un 20,6% más, o la zona del Pacífico. Pero China no acaba de despegar y, en general, el mercado arroja bajadas de ventas en ciclomotores y motos eléctricas, de las que se esperaban mejores cifras. El montante global a escala planetaria, en cualquier caso, apunta a los 66 millones de motocicletas y ciclomotores vendidos al año en todo el mundo. 

Close up of modern and stylish motorcycle dashboard

Asistencia a la conducción

A motorcycle close-up stands on the road alone

En los últimos 40 años, las motocicletas han ido incorporando paulatinamente sistemas de seguridad importados directamente de los coches, entre los que se encuentran los sistemas de frenado ABS, que impiden el bloqueo de las ruedas en el frenado de emergencia, la inyección directa de combustible, que permite una entrega de potencia del motor más precisa con lo que se pide desde el puño derecho, o el control de tracción, que minimiza el riesgo de derrapadas, uno de los inconvenientes más peligrosos cuando se trata de conducir sobre dos ruedas.

En los últimos tiempos las motos empiezan a incorporar los ARAS, sistemas de asistencia a la conducción derivados de los ADAS de los coches. Entre ellos, se encuentran el control de crucero adaptativo a la velocidad, que permite mantener la distancia de seguridad con el vehículo de delante, entre otras prestaciones, o la e-call o llamada de emergencia automática cuando la moto detecta una caída u otro tipo de accidente grave. 

También se están popularizando sistemas de detección de ángulo muerto, que evitan el peligro en los desplazamientos laterales en adelantamientos o vías de más de un carril; o las señales de parada de emergencia, con el encendido de los intermitentes en caso de descenso brusco y súbito de la velocidad para advertir al vehículo de detrás. Esta última medida tenía su implantación obligatoria prevista para 2024 en países como Japón.

Se trata, en definitiva, de tecnologías que ayudan al conductor a mejorar la seguridad en su convivencia con el resto de vehículos, en general, menos vulnerables por su propia naturaleza, cuando circulan por carretera. 

fist bump greeting of two motorbike riders in leather clothes and helmets

Chalecos, chaquetas y vaqueros con airbag

Organismos oficiales empiezan a valorar cada vez con mayor insistencia las recomendaciones y obligaciones de usar prendas de ropa que ofrezcan una protección extra a los motoristas. Se trata de chaquetas, chalecos y botas que incluyen bolsas de aire o airbags que se inflan para proteger extremidades y partes vitales del cuerpo en caso de caída o accidente. Estas prendas funcionan de manera similar a los mecanismos de seguridad que contienen las cintas para correr, a los que se ata la persona que hace ejercicio y que se frenan en caso de separarse del aparato, con el objetivo de evitarle daños.

Los airbags, que se pueden incorporar a chalecos, chaquetas e incluso pantalones vaqueros, se unen a la moto para activarse cuando se detecta que vehículo y conductor se han separado. Eso sí, según las últimas publicaciones, están por afinar todavía aspectos como la manera de proteger al conductor en caso de accidentes a altas velocidades.
Agentes motorizados de la Guardia Civil de Tráfico española ya están, en algunos casos, equipados con estas prendas, que protegen de lesiones medulares y de cuello. Incluso se valora la obligatoriedad y ya se recomienda el uso de estas prendas a los motociclistas, como ya se hace con otros complementos como las botas, chaqueta y pantalones específicos para evitar abrasiones y heridas en caso de caídas.

Escribe: Guillem Sanchis

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