Para algunas personas, el coche es algo tan familiar y a lo que se sienten tan unidas que no se conforman con llamarlo así, coche, necesitan ponerle nombre. Quizá tenga también que ver con esa necesidad atávica del ser humano de nombrar a todo cuanto le rodea. Si le puso nombre al león, al árbol y a la piedra, cómo no buscar uno para su principal medio de transporte.

En aquellos países donde está permitido personalizar las matrículas, como en Estados Unidos, los propietarios de los vehículos lucen sus ocurrencias con orgullo para que todo el mundo lo vea. De esta manera, no queda solo en el ámbito personal y familiar. Pero lo de poner un apelativo cariñoso al automóvil para personificarlo parece ser una costumbre universal. Incluso hay un Día Internacional de Ponerle Nombre al Coche, el 2 de octubre

Según una investigación de la DVLA (Driver and Vehicle Licensing Agency) del Reino Unido realizada en 2018, son las mujeres las que más optan por poner nombre a su automóvil (65%) frente a los hombres (35%). Un resultado parecido se extrajo de un estudio de la compañía aseguradora Direct Seguros en España: el 68% de mujeres frente al 32% de los hombres. Para muchas personas que optan por poner un apelativo a su coche, influye que el aspecto exterior de sus parrillas frontales tenga rasgos que recuerden a los de una expresión humana (normalmente, una cara sonriente), lo que ayuda a personificarlos.

Sean cuales sean las razones de cada usuario, lo cierto es que las fuentes de inspiración a la hora de poner nombres parecen comunes, tan solo varía la manera de decirlo en cada idioma.

EL COLOR

A la hora de buscar un nombre con el que identificar al coche, una buena parte de propietarios recurre al color del vehículo. Bluey, Silver Bullet, Scarlet, Big Red, Black Betty… son algunos de los nombres que hacen referencia al color de la carrocería más utilizados por conductores en países de habla inglesa, como Estados Unidos. Mientras que Tomatito, Copito de Nieve, Pitufo o Naranjito son los favoritos en España.

LA MARCA

El modelo o la marca del vehículo también son una buena fuente a la hora de apodar al coche. Lexie (Lexus), Mazzy (Mazda), Mitzy (Mitsubishi), Tiggy (Volkswagen Tiguan)… son algunos de los nombres favoritos de conductores en Australia y Reino Unido, por ejemplo. En España, triunfan nombres en diminutivo, como Forito (Ford), Leoncito (Seat León) y Golfito (Volkswagen Golf), entre otros.

EL HUMOR

Tomarse en broma el aspecto exterior del vehículo, su vejez o sus limitaciones también sirve para ponerle nombre. El Abuelo da idea de la antigüedad del coche, por ejemplo. La Bala suele aludir irónicamente a la poca velocidad que alcanza el coche en cuestión. O llamar a tu viejo y destartalado automóvil como La Bestia busca más la risa de quien lo escucha que una descripción acertada del vehículo. También en lengua inglesa triunfan los nombres jocosos: The Flying Banana o Speedy son dos ejemplos.

DIBUJOS ANIMADOS O PERSONAJES DE FICCIÓN

Hacer compatible el amor al cine y a las series de televisión con el amor que se siente por un coche también puede ser una manera de buscar un nombre para el vehículo. Algunos usuarios juegan con el apelativo de su personaje favorito y el modelo de su coche, creando combinaciones tan curiosas como Taylor (Suzuki) Swift, Alice (Mini) Cooper, (Renault) Megane Fox. O, directamente, usar el nombre de ese actor, actriz o personaje de ficción del que son fans: Flash Gordon, Kermit, Scooby Doo…

TU PROPIO NOMBRE O EL DE UN FAMILIAR

En España, es frecuente que los conductores recurran a su propio nombre (o al de un familiar), pero en diminutivo, para llamar a sus coches. Los Carlos, por ejemplo, se decantan por llamar Charly a su vehículo. Hay quienes eligen el nombre de su abuelo, como Braulio. Aunque el que se lleva la palma como nombre para un automóvil es Manolo. En otros países, algunos propietarios optan por un nombre antiguo que consideran incluso feo y desfasado para apodar a su coche: Betty, Heidi, Ruby, Rex… son algunos ejemplos.

Si estás pensando en buscar nombre para tu automóvil, estas pueden ser algunas ideas, pero será tu propia personalidad y tu imaginación quienes den con el apodo adecuado para tu vehículo. O también puedes seguir llamándolo como siempre: tu coche, y listo.

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