Ya no es una utopía. Al igual que podemos cargar nuestro coche eléctrico en nuestra propia casa, también puede ocurrir a la inversa: que nuestro vehículo proporcione energía a nuestro hogar cuando este lo necesite.
Hace unas semanas, The Washington Post se hacía eco del caso de Nate Graham, un ciudadano de Ciudad de México que ha reconvertido su Chevrolet Bolt en una especie de batería sobre ruedas. Todo a raíz de un apagón en su localidad que mantuvo al vecindario sin suministro eléctrico durante días. Gracias a la batería de su coche, Graham y su familia pudieron conectar durante cerca de 48 horas el frigorífico, y también disfrutar de luz mientras sus vecinos seguían sumidos en la oscuridad.
Desde aquel episodio, el Chevrolet de este gerente de una empresa de software ha sumado un nuevo rol: ya no solo le lleva de un lugar a otro, sino que, además, le proporciona energía extra para su hogar. Graham asegura que contar con este recurso como añadido a los paneles solares que tiene instalados en su tejado le permite ahorrar más de 200 dólares (unos 181 euros) en su recibo de luz mensual.
El caso de este estadounidense podría dejar de ser excepcional y conseguir que otros muchos propietarios de vehículos eléctricos se sumarán a él; sobre todo, de seguir la escalada de precios de la energía que venimos experimentado en los últimos meses. La tecnología con la que es posible realizar ese intercambio bidireccional de energía existe: se conoce como V2G (Vehicle-to-Grid) y permite al vehículo devolver a la red eléctrica parte de la energía almacenada en su batería en momentos en los que la vivienda lo requiera.
Cuando el vehículo V2G se recarga, el punto de carga convierte la corriente alterna de la red eléctrica en corriente continua. Y, a su vez, permite que el automóvil devuelva la energía a la vivienda en caso de apagón o alguna otra necesidad, al volver a convertir la corriente continua en alterna. Teniendo en cuenta el alto coste de las baterías domésticas, el coche podría ser una alternativa de lo más eficiente para muchas residencias que recurren a fuentes de energía renovables.
Aunque la medida no está exenta de algunos peros. Uno de ellos tiene que ver con la propia vida de la batería, la cual, según los expertos, podría acortarse con la bidireccionalidad de la carga.
